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Hoy te presento a Teresa Carneiro, portuguesa que vive en Santiago de Compostela con su pareja y su hija Camila.
Teresa tenía miedo al parto, pero se preparó muchísimo y llegó al final de su embarazo con confianza, herramientas, y un plan de parto que indicaba sus preferencias de un parto lo menos intervenido posible.
Después de horas de contracciones dolorosas, llegó al hospital, y en el primer tacto le dijeron que estaba de 2 cm. “¿Sólo 2?”, pensó Teresa “menudo bajón”. Siguió haciendo su trabajo de parto, decidió ponerse la epidural, y finalmente llegó a dilatación completa.
El expulsivo fue de varias horas, y la ginecóloga le dijo: “Te voy a tener que hacer episiotomía para ayudarte”. Teresa ya había aceptado mucho y no estaba dispuesta a aceptar más.
Su pareja fue su voz en ese momento y le dijo: “Tranquila que se va a hacer lo que quieres. No se va a hacer episiotomía”.
Camila nació por fin, y Teresa lo recuerda como el momento más bonito de su vida.
Esta es la historia de Teresa. Espero que disfrutes su relato tanto como yo.