Nazco el 30 de Junio en Port Hope, Ontario (Canadá). Mi madre es española y mi padre galés, se conocieron en un tren que iba a Madrid y tras cartearse y conocerse decidieron casarse y mi madre se fue a Canadá, donde mi padre llevaba unos años. Tengo un hermano 2 años mayor que yo.

Porque los inviernos canadienses son muy largos y porque tendríamos a la familia más cerca. Voy al colegio alemán, hablo castellano e inglés en casa, y tengo una infancia bastante normal y feliz.

Con la ilusión de trabajar en algo que ayudara a los demás. Disfruté mucho la carrera, hice grandes amigos y maduré un montón en esa etapa. 

La asignatura de ginecología y obstetricia se daba en 4º e incluía prácticas en el hospital. Fui espectadora de algo a lo que no le supe dar nombre en su momento, que ahora sé se llama violencia obstétrica, y que me marcó profundamente.

Una de las decisiones más meditadas y difíciles de mi vida fue cortar con la Medicina y encontrar una alternativa mejor. Ahora sé que fue la decisión correcta.

Vivo en Amsterdam con mi marido, me quedo embarazada y nace Eitan. Se unen la suerte con la preparación y tengo una experiencia épica. De repente soy madre. Ese mismo año nos mudamos a Barcelona y emprendo un proyecto profesional que dura 11 años.

Añadimos un segundo fichaje, Joel, que nace de madrugada en el Hospital Sant Pau de Barcelona en un buen parto A PESAR de la atención (mejor dicho: la hostilidad) de la matrona de guardia.

Tenemos 2 hijos pequeños y una empresa con empleados a nuestro cargo. 

Doy a luz a Noam en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona en un parto maravilloso, rápido, sin intervención ni complicaciones. Trabajo por cuenta propia, tengo una familia numerosa y automáticamente me convalidan teleco y me llaman para el circo del sol.

Se me ocurre que una buenas manera de informar a las mujeres sobre lo que pueden sentir, esperar o exigir cuando dan a luz a sus bebés es mediante relatos de parto. Contados en primera persona, honestos, sin juzgar ni buscar una fórmula, sino entendiendo la complejidad y la magia de estas experiencias. Experiencias buenas, malas, y todo lo que hay en medio. Distintas preferencias, prioridades o circunstancias… y distintos desenlaces.

Después de 70 episodios publicados en el podcast Planeta Parto he escuchado a muchas mujeres hablando de cómo llegaron al embarazo por el camino de la reproducción asistida, y siento que esta parte de su relato se merece más protagonismo. Me lío la manta a la cabeza y decido empezar un segundo podcast, F de Fertilidad, en el que hablaré con mujeres sobre sus experiencias con la infertilidad, las pérdidas gestacionales, la inseminación artificial, el FIV, la fertilidad LGTB, la adopción y la formación de una familia de manera no tradicional.