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Hoy te traigo al podcast a Belén Vázquez – y me emociona especialmente compartir su relato, muy pronto vas a entender por qué.
Belén me escribió por instagram por primera vez el 2 de Marzo de 2022, y me decía esto:
Soy primeriza; estoy embarazada de gemelos monocoriales, de 19 semanas y a uno de ellos le diagnosticaron una restricción selectiva del crecimiento intrauterino (un CIR selectivo) aquí en Escocia, de tipo 2. Tiene un 20%-30% de probabilidad de deterioro y muerte y los médicos descartan que pueda sobrevivir más allá de la semana 28. Me hacen eco todos los viernes. Está siendo un momento complicado para mi marido y para mí. Hemos decidido no abortar a William para proteger a Michael, sino esperar y rezar porque los dos vivan por lo menos hasta la semana 26-28 para una cesárea de emergencia; me está costando encontrar personas que hayan pasado por una experiencia similar y que puedan infundirme algo de esperanza en que estos niños puedan vivir.
Belén siguió estando en mis pensamientos con frecuencia en los meses siguientes, nos fuimos mandando algunos mensajes. Yo le preguntaba con el mayor tacto posible cómo estaba evolucionando su situación, y ella me contestaba cada vez con buenas noticias, esas que te llenan el corazón de alegría y esperanza.
En este episodio, que es más largo de lo normal pero que de verdad merece la pena escuchar por completo, aunque lo hagas por partes, escucharás cómo fue el seguimiento al embarazo de Belén, las conversaciones difíciles con los médicos, las decisiones que tomaron su marido y ella, y la evolución de Michael y William. En un caso como el suyo, el pronóstico no siempre es bueno… pero William y Michael no solo evoluciaron positivamente, sino que el embarazó llegó a la semana 34
Para darte algo de contexto, el «selective fetal growth restriction» (en castellano: CIR selectivo) que le diagnosticaron ocurre entre un 12 y 25% de los embarazos gemelares monocoriales – es decir – cuando ambos bebés comparten una única placenta. Esta restricción del crecimiento selectivo se diagnostica cuando se observa un peso fetal por debajo del percentil 10 para por lo menos uno de los gemelos, y una diferencia de peso entre los dos de por lo menos un 25%.
Además, en el CIR selectivo se diferencian 3 grados o tipos:
- Tipo I: cuando al hacer una eco Doppler de arteria umbilical se ve un flujo diastólico umbilical normal.
- Tipo II: el Doppler de arteria umbilical muestra un flujo diastólico ausente/reverso en forma persistente (traducido significa que no hay flujo entre latidos)
- Tipo III: el Doppler de arteria umbilical muestra un flujo diastólico ausente/reverso en forma intermitente.
Los casos tipo I tienen un buen pronóstico y pueden gestionarse de manera expectante, que básicamente supone hacer más visitas de control, pero no intervenir sino esperar. Los casos de tipo II y III conllevan un alto riesgo de mortalidad fetal o perinatal para ambos gemelos cuando se manejan de manera expectante. Las conversaciones y decisiones que plantean los médicos en estos casos son verdaderamente complejos.
Belén y su marido consideraron que no estaba en sus manos decidir terminar la vida de uno de los gemelos con la esperanza de que eso favoreciera al otro, y se apoyaron en su fé, en su familia y amigos, y en otras mujeres que Belén buscaba con casos similares, y concretamente historias con un desenlace positivo que le dieran esperanza.
Desde luego, en casos complejos como éste y muchos otros, no hay recetas. No hay una manera correcta de hacer las cosas o una única decisión, técnica o intervención que asegure la vida y la salud de nuestros bebés. Hay circunstancias muy duras, muy complejas, a veces las cosas salen bien y otras no.
Lo que sí sé es que el relato de Belén es alentador e inspirador, y es una alegría escuchar su risa, alegre y genuina, en tantos momentos del episodio. Así que no me enrollo más, y te presento a Belén, a William y a Michael. ¡Empezamos!
